A
9 Km de la cabecera
municipal de Pueblo Nuevo en el
departamento de Esteli, hace muchos años se encontraba una comunidad llamada “Sabana
Blanca”, su nombre era en honor a un árbol que
cuando florecía formaba un manto blanco de flores, que cubría la
comunidad. Años después, con el pasar del tiempo y el aumento poblacional
estos árboles se extinguieron y en lugar de ver mantos de flores blancas, se
miraba la comunidad como una “Sabana
Grande” nombre con la cual la
bautizaron y que lleva actualmente.
Sabana
Grande es una
comunidad de topografia plana, el camino es de todo tiempo; transitan
carretas, vehículos livianos e
incluso un bus de transporte colectivo que brinda servicio a la población dos
veces al día. También cuenta con una Casa
Base como clínica comunal, escuela de primaria, comedor infantil
y una iglesia católica; solamente falta el servicio de luz eléctrica.
La comunidad es laboriosa se dedica a la agricultura; siembran granos básicos
como sorgo, maiz, frijoles, y un bajo porcentaje de las familias se dedica a la
siembra de hortalizas como medio de subsistencia.
Territorialmente
está formada por cuatro sectores llamados; Palmira, El Espino, El Jicaro y el
Central. Tiene una población de 504
personas que se
agrupan en 96 familias, las
cuales tienen sus propias
costumbres y tradiciones; existen grupos musicales que alegran el ambiente en
fechas de las fiestas patronales
y en ocasiones especiales
con motivo de celebración.
Esta
comunidad como muchas en la zona Norte de nuestro país, fue afectada por el
Huracán Mitch. El estrago fue grande porque arrasó con el sistema de agua
potable por gravedad de 7 Km. de longitud, el cual contaba con 19 puestos públicos
que abastecía los tres sectores de
la comunidad, con una fuente que producía aproximadamente 20 galones por
minutos, agua suficiente para abastecerla.
Después
del Huracán la población quedó sin abastecimiento de agua, con grandes
necesidades porque las cosechas se perdieron, las fuentes de aguas y los árboles
fueron dañados, las casas y
letrinas también fueron afectadas; toda esta situación causó desesperación y
también esperanzas y fe de lograr la recuperación, aunque en algunos momentos
había desilusión porque pensaban que nunca serían como antes.
Martha Acevedo quién
es Promotora
de Salud de la Comunidad y miembro del CAPS, al ser entrevistada expresó;
“después del Huracán Mitch fue una lucha que batallamos
junto a muchos miembros de la comunidad gestionando, nos tocó permanecer
frente a la Alcaldia en espera de una respuesta
positiva que nos devolviera lo
que el Huracán se había llevado”; “La Situación más difícil era con el
agua; las mujeres, los hombrtes y hasta la niñez recorríamos más de un kilómetro
hasta una quebrada para tener agua, y en el mes de marzo la situación era más
crítica, porque la quebrada se
secaba y a veces teníamos que esperar horas para llenar los baldes; cuando el
agua se agotaba viajábamos hasta un lugar
llamado “el chorro” ubicado a 3 km para
poder tener acceso a un poco agua”.
“Ante
esta situación solo nos mantuvo la fé y esperanza que íbamos a recuperarnos,
por eso nuestra gestión no se detuvo en la Alcialdía y autoridades locales,
sino que la llevamos hasta las Organizaciones no Gubernamentales. Durante dos años
nos mantuvimos sin ninguna solución a
la problemática
presentada, hasta que ADRA con fondos
del Gobierno de los Estados Unidos mediante USAID y EHP,
llevó un proyecto de construcción de un nuevo Miniacueducto por
Gravedad, letrinas, educación y capacitación el cual fue ejecutado en conjunto
con toda la comunidad.
“Esto
fue un alivio para nuestra población que estaba sedienta, con problemas de
salud originados por tomar agua contaminada, con defecación al aire libre por
falta de letrinas, y con poca higiene y malos hábitos sanitarios por la falta
de educación sanitaria. Ahora que ya tenemos estos beneficios decimos que fue
como una “bendición de Dios” y por eso estamos muy agradecidos, complacidos
y comprometidos a dar un buen mantenimiento y asegurar la sostenibilidad de lo que
hasta ahora hemos logrado”.
El
25 de Julio del 2001 se inauguró
y fue entregado el proyecto
a la comunidad en una actividad que contó con poesias, cantos, baile, en
agradecimiento a este magnífico proyecto. En esta
inauguración tan vistosa y llena de colorido participó toda la
comunidad, autoridades locales como; MINSA, Alcaldia, ENACAL –COSUDE, MECD;
representantes de USAID, EHP, ADRA-Nicaragua y JHU. La conmemoración culminó
con presentaciones culturales de la
comunidad y de “Cantinflas
Nicaragüense”, artista número uno en las actividades con el Bus Azul.